Expertos de la universidad de Harvard lograron identificar, luego de un estudio, que el silencio puede llevar a que las relaciones sean mucho más sanas, sobre todo en las parejas.
En muchas ocasiones, una pareja, o dos amigos o cualquier persona que se encuentra con un familiar pueden encontrarse en un momento de silencio. Si bien muchos pueden creer que se trata de una falta de interés o incluso el comienzo del final de una relación, diferentes investigaciones realizadas por expertos indican lo contrario. Es decir, ese espacio de silencio puede fortalecer una relación y ayudarla para que sea mucho más saludable.
El silencio compartido, aseguran los científicos de la universidad de Harvard que estuvieron al frente del estudio, puede ser una de las expresiones más sólidas de cercanía. Además, remarcan que esto puede ser “una muestra de intimidad y confianza que profundiza aún más en la conexión emocional”.
Por otro lado subrayan que el silencio no se trata de un vacío incómodo que requiere ser llenado, sino un espacio de encuentro emocional que les permite a las personas procesar, reflexionar y por sobre todas las cosas, escuchar. En este sentido, aseguran que no siempre se debe llenar el espacio con conversaciones porque los momentos de silencio pueden ser maneras poderosas de conectar. Conocé más detalles.
Por qué guardar silencio puede ayudar a tu relación según expertos
Guardar silencio puede ayudar a fortalecer tu relación y varios estudios afirman que el silencio compartido en una relación de pareja no indica aburrimiento, indiferencia o falta de temas para conversar. Sino que todo lo contrario, puede ser una manera de intimidad emocional. Además, el tiempo de calidad en las relaciones de parejas es clave para mantenerlas a lo largo del tiempo y, esos precisos momentos, no requiere necesariamente de un plan o diversas actividades sino que se puede permanecer callado.
Otras de las conclusiones del estudio que realizaron en Harvard, es que este tipo de comunicaciones no verbales están asociadas a emociones positivas y a una mayor satisfacción relacional. Además, hallaron que cuando el silencio es natural y no impuesto, refuerza la intimidad, cercanía y conexión.
Por su parte, Sheila Heen, profesora en la Facultad de Derecho de Harvard y especialista en relaciones sociales: “Todos tenemos peculiaridades comunicativas: cuánto esperamos antes de intervenir en una conversación; si pensamos en voz alta o procesamos la información internamente; si tendemos a dominar las conversaciones o a escuchar mejor”.
Esta clase de diferencias que responden a la personalidad, la cultura o la dinámica de cada persona y pueden influir en la forma en que cada individuo se relacione. En un contexto familiar puede ser una conversación animada con interrupciones y en otro, puede considerarse una falta de respeto.
Pausas silenciosas, una herramienta para mejorar la comunicación
Especialistas coinciden en que las pausas silenciosas permiten procesar lo que está ocurriendo durante una conversación y así mejorar la calidad del diálogo. Especialistas sostienen que el silencio permite intentar comprender lo que sucede dentro de nosotros y entre nosotros y, esta pausa, puede impulsar la reflexión. Esta pausa no es pasividad, sino una forma de participación emocional activa.
Por otro lado, en determinados momentos, esta pausa puede ser clave para evitar la escalada de algunos conflictos. Además, en lugar de insistir en tener razón o repetir argumentos, el silencio habilita al otro a hablar.
Otro estudio, realizado por la universidad de Reading, realizó una distinción importante entre los silencios que nacen de manera natural y aquellos que son utilizados como mecanismo de poder o castigo. Cuando las personas describían silencios que obedecían a una imposición o un temor, los efectos eran negativos. Mientras que, cuando los encuestados indicaban haber guardado silencio por deseo propio o para apreciar el momento, lo asociaban con emociones pasivas como paz y conexión.